Poner en práctica medidas de conservación del agua potable para su uso racional y eficiente, eliminando pérdidas y eventuales derroches.
En muchas partes del mundo, el agua potable es un recurso escaso que representa un significativo desafío para la salud ambiental a escala mundial.
El agua contaminada puede transmitir enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. Se calcula que la contaminación del agua potable provoca más de 502.000 muertes por diarrea al año.
En los países de ingresos bajos y medios, el 38% de los centros sanitarios carece de fuentes de agua; el 19%, de saneamiento mejorado, y el 35%, de agua y jabón para lavarse las manos.
Cada año, se producen 4 mil millones de casos de diarrea, de los cuales el 88% es atribuible a la ingesta de agua no apta para su consumo y a malas condiciones sanitarias y de higiene.
Los establecimientos de salud pueden conservar los recursos hídricos midiendo cuidadosamente el uso del agua, instalando artefactos y tecnologías que la utilicen de manera eficiente y procurando la pronta reparación de las pérdidas.
A continuación, presentamos una serie de acciones para llevar adelante de modo de cuidar el agua en los servicios que participen de Pequeños cuidados, por un mundo saludable:
- Si se cuenta con agua potable de buena calidad, eliminar la provisión de agua embotellada en todo el establecimiento. Instalar bebederos o purificadores de agua de pared en las salas de espera, pasillos, etc.
- Controlar periódicamente grifería e inodoros para evitar pérdidas.
- Utilizar griferías temporizadas, que se accionan pulsando un botón y dejan salir el agua durante un tiempo determinado, luego del cual se cierran automáticamente.
- Cambiar los inodoros de palanca por inodoros con sistema dual, que cuenta con dos botones: un primer botón activa el empleo de un tanque de 3 litros, mientras que el segundo activa uno de 6 litros.
- Evaluar la posibilidad de instalar mingitorios secos, ya que no utilizan agua y llegan a ofrecer un ahorro de más de 100.000 litros de agua por año por cada unidad instalada.
- Instalar un sistema de captación de agua de lluvia para utilizar en distintos procesos (por ejemplo, riego o descargas de inodoros).
- Optar por plantas resistentes a las sequías en los jardines para minimizar el consumo de agua.
- Reemplazar los equipos de radiología analógicos, que consumen grandes cantidades de agua, por digitales, que no utilizan agua ni sustancias químicas para el revelado.
- Instalar un lavamanos quirúrgico amurado con accionamiento mecánico mediante pulsador de rodilla. Este tipo de accionamiento ayuda a ahorrar 5,7 litros de agua caliente y aproximadamente 80 gr de CO2 de carbono por cepillado versus el de codo. Para más detalles: estudio de caso de reducción de carbono del Sistema Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés).
- Informar a las familias sobre las acciones vinculadas al cuidado del agua y entregar la guía de Pequeños cuidados para familias.