Reemplazar las sustancias químicas nocivas por alternativas más seguras.
Mejorar la salud y la seguridad de los pacientes, del personal, de la comunidad y del ambiente utilizando sustancias químicas, materiales, productos y procesos más seguros.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2012 murieron 12,6 millones de personas por vivir o trabajar en ambientes poco saludables.
Los factores de riesgo ambientales como la contaminación del aire, el agua y el suelo, la exposición a los productos químicos, el cambio climático y la radiación ultravioleta contribuyen a más de 100 tipos de enfermedades o traumatismos.
Los consultorios utilizan habitualmente una cantidad y variedad de compuestos químicos que pueden ser peligrosos tanto para el ambiente como para la salud de los trabajadores y de la comunidad. Algunos de estos compuestos se han relacionado con efectos tales como cáncer, malformaciones congénitas y asma, entre otros. Estas sustancias alteran la calidad del aire interior de los hospitales y en muchos casos, una vez utilizados, se convierten en residuos peligrosos que, de no manejarse adecuadamente, tienen un alto impacto ambiental.
En este contexto, surge la necesidad de minimizar al máximo la exposición a los diversos químicos peligrosos a través de su reemplazo por alternativas más seguras.
A continuación, presentamos una lista de algunas de las sustancias químicas que se utilizan en el cuidado de la salud y de acciones que se pueden implementar para eliminarlas o minimizar su uso.