Comparados con los adultos, los niños respiran más rápido y comen y beben más en relación con su peso corporal, por lo que están más expuestos a los químicos presentes en el aire, los alimentos y el agua.
A continuación, te ofrecemos algunas recomendaciones para disminuir la contaminación de los alimentos e incorporar alimentos saludables a la dieta de tus hijos: